A principios de 2024, el ministro de Cultura de España anunció un ambicioso plan para reformar las colecciones de los museos estatales, generando tanto expectativa como controversia.
Cuando Ernest Urtasun, ministro de Cultura de España, expresó su intención de llevar a cabo una transformación profunda en las colecciones de los museos públicos, su propuesta de “superar el marco colonial” reabrió viejas heridas y encendió intensos debates sobre la identidad nacional y la representación histórica.
Como español multicultural con amplia experiencia en el sector museístico, considero que esta iniciativa representa un ajuste necesario y largamente postergado frente al pasado colonial de España.
Un pasado colonial profundo y controvertido
La historia colonial de España, especialmente en América Latina, es vasta y de gran alcance. Sin embargo, un sector significativo de la sociedad española ha resistido la idea de la descolonización, y ahora muchos se posicionan en contra de los planes de Urtasun. Entre los críticos destaca el autor Cesáreo Jarabo, quien ha argumentado en medios de comunicación que “España nunca tuvo colonias, sino territorios imperiales”, y por ello estaría exenta del movimiento global para descolonizar las colecciones museísticas. Además, Jarabo calificó los esfuerzos de Urtasun como “un paso más en la agenda anglófila para desacreditar a España”. Este razonamiento, basado en un juego semántico, ofrece una visión limitada y equívoca de los hechos históricos, ya que las empresas coloniales españolas fueron extensas y dejaron huellas profundas en todo el mundo.
Las secuelas del imperio español en América
La conquista española de vastos territorios en América y el Caribe estuvo marcada por epidemias devastadoras, la brutal subyugación de pueblos indígenas, la extracción masiva de riquezas mediante la minería y la imposición de un rígido sistema de jerarquías sociales en beneficio de los colonos europeos. Por ejemplo, en América Central y del Sur, con la caída de los imperios azteca e inca a partir del siglo XVI, este proceso llevó al casi total exterminio de numerosas culturas indígenas y forzó la asimilación de otras, dejando un legado imborrable en el continente.
La imposición del idioma español, la religión católica y las costumbres europeas intensificó el impacto de esta colonización. Estas acciones configuraron profundamente las sociedades latinoamericanas y sus dinámicas culturales, económicas y sociales, un legado que persiste hasta nuestros días.
Una oportunidad para reflexionar
La propuesta de Urtasun invita a una revisión crítica de este pasado y a una representación más inclusiva y veraz en los museos estatales. Aunque el camino hacia la descolonización museística será complejo y controvertido, es una oportunidad ineludible para fomentar un entendimiento más honesto y amplio de la historia, no solo en España, sino en su relación con el mundo.